EL HUB Por Beto Sanro

Inovación, mercadotecnia y transformación digital.

Con tecnología propia, no hay pobreza

En el mundo actual, lo la diferencia entre los países ricos y los países pobres es la tecnología (sin contar a los que viven del petróleo, claro).  Con esto quiero hacer hincapié de que la solución a la pobreza la tenemos en nuestras manos, pero no nos damos cuenta. Los países ricos, todos, producen tecnología propia; Japón, Holanda, Alemania, Suiza, Taiwan, Estados Unidos, Australia, etc.

Pero parece que los países latinos siempre estamos batallando con el mismo problema durante siglos; el de la pobreza. Con este texto quiero decir que no hay pretextos; sabemos que las acciones de nuestros gobernantes son fundamentales, pero la cultura de nuestros pueblos tiene un peso mayor para dirigir nuestras naciones.

El caso Corea del Sur

Corea del Sur forma parte de los 4 tigres asiáticos (los otros 3: Taiwan, Hong Kong y Singapur), es un ejemplo muy sonado en cuestión de crecimiento económico. En el año 1960 México tenía una economía muy superior a la de Corea del Sur, hoy México ha sido muy superado por Corea del Sur, que es considerado un país desarrollado y líder mundial de tecnología, con empresas que exportan a todo el mundo como Samsung, LG, Hyunday y Kia.

Actualmente a Corea del Sur le damos dinero a cambio de smartphones, tablets, televisores, automóviles, lavadoras y aires acondicionados. ¿Pero cómo lo logró? Sin duda, los principales factores fueron una gran impulso del gobierno en educación y en ciencia. Corea del Sur eliminó la pobreza produciendo tecnología propia.

Crecimiento del PIB de Corea del Sur (cifras en miles de millones de dólares).

¿Qué pensamos en América Latina?

En nuestros países latinos se le da poca importancia a la investigación y producción de tecnología. Por el hecho de “no producir ingresos a corto plazo”, nuestro gobierno y empresas no invierten recursos para generar tecnología propia; prefieren inversiones que dejen rendimientos a corto plazo. Esta forma de pensar “a corto plazo” es muy tercermundista, aunque suene feo.

Somos un “pueblo emocional”

El hecho de que nuestros países latinos tengan altos grados de pobreza, nos hace pensar a corto plazo y tomar decisiones políticas basadas en emociones. Las envidias, las venganzas, la corrupción, las fiestas y esa forma de “sentir la vida” no nos permiten ver las cosas de una manera más fría y propositiva como los países europeos o asiáticos. No estoy en contra de ser gente sensible y fiestera, pero creo que las emociones no se llevan bien con tecnología. Estoy convencido de que una persona es más feliz cuando no es pobre:

La felicidad y la tecnología propia:

  1. La tecnología propia nos lleva al dinero.
  2. El dinero nos lleva a la libertad.
  3. La libertad nos lleva a la felicidad.

Instituyamos a la ciencia

El científico mexicano, René Drucker, nos dijo algo muy interesante en una conferencia; dijo que en China,”en todas las reuniones del staff del primer ministro, invitan al presidente de la academia de ciencias, porque en la política china, la ciencia tiene que estar al centro de la política pública”, es decir, que la ciencia es la que puede darnos las soluciones a las problemáticas actuales. También René Drucker ha querido impulsar la creación de una Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, para impulsar el desarrollo económico; pero nuestros gobernantes actuales no han hecho esto realidad.

Tal vez no podamos controlar las acciones del gobierno, pero sí podemos controlar nuestra propia inversión en educación y la de nuestros hijos. Por eso debemos procurar el estudio como un hábito y siempre pensar de forma creativa para resolver los problemas de nuestras comunidades. Todas las ciencias son valiosas; electrónica, informática, biología o ciencias sociales, todas ellas nos sirven para resolver problemas y mejorar nuestra calidad de vida. Si logras crear una solución para una necesidad, es muy posible que puedas convertir esa solución en un negocio. Con tecnología propia, acabamos la pobreza, así de simple.